En medio de tantas noticias malas, podríamos decir que leer la historia de Aniña Garay García, de Villa Hayes, me alegró muchísimo. Ella es consciente de que en su comunidad, Ciudad Nueva, la situación por la crisis de la pandemia está muy difícil, por lo que pidió como regalo de quince un karu guasu .
Aniña contó que lleva ese nombre porque nació el Día del Niño. Su sueño es ser enfermera y que ama el fútbol. Su hermosa familia hizo milanesas para casi todo un barrio. Feliz repartió esos platos.
Aún hay esa costumbre de festejar los quince años como “presentación” a la sociedad, pero no hay que olvidarnos que a esa edad seguimos siendo niñas y nuestros sueños están a un pasito. Me alegró saber que ella decidió aportar un granito de arena a sus vecinos.
Cuando no está dando clases virtuales con el teléfono de su hermana, Aniña ayuda a su mamá vendiendo marineras, empanadas o mbeju. Aunque no digo que cualquier otra actividad que un adolescente pueda elegir sea menos importante, pero destaco que elija a su madre.
Para mí, la heroína de la semana es sin dudas esta pequeña gigante que llegó a iluminar a la vecindad completa con su sonrisa y solidaridad.