14 dic. 2024

Alarma los casos de abusos en niños

@paredesjor33 @paredesjor33

Mientras casi todo el mundo, entiéndase la gente, está enloquecido con el tema de Pokémon Go nuestra sociedad viene experimentando terribles casos de abuso sexual en menores. Y pareciera que nadie se da cuenta del alarmante aumento de este hecho punible.

En muchos de los casos, los victimarios son padres biológicos, padrastros, parientes cercanos, vecinos, curas o pastores evangélicos. No quiero dar números como frios datos, en cuanto a la cantidad de este hecho que va sumando día tras día, sin que la sociedad reaccione, para no asustar.

Tal vez, la concienciación haya generado que se presenten más denuncias y eso refleja que este delito va propagándose en todo el territorio nacional. El último caso, solo en esta semana, las víctimas fueron dos mellicitas violentadas por su propio padre biológico.

Pero al menos, ayer leí que un pastor evangélico va camino al juicio oral luego de ser acusado de abusar sexualmente de dos menores en el interior de una piscina, en la zona de Alto Paraná. Si se demuestra su culpabilidad, que sea castigado con la pena privativa de libertad, como ocurrió en estos días en el caso del director técnico de una escuela de fútbol.

No soy psicólogo para dar un perfil del abusador de niños, pero por lo general, son personas con marcada inmadurez psicológica o emocional. Asimismo, probablemente, hayan sido víctimas de abuso durante su niñez o testigos de relaciones abusivas.

Es difícil detectar a los abusadores y es por eso que cualquiera puede resultar una amenaza. Por eso, es fundamental estar atento para detectar las posibles amenazas y en casos de maltrato que se da en la familia, recurrir a las instancias correspondientes para poner a conocimiento.

Todos los estamentos de la sociedad deben colaborar para bajar, primeramente, el índice de los hechos. Luego, que los responsables de este deleznable hecho paguen sus culpas con duras penas y, finalmente, tratar de erradicar esta reprochable actitud de lastimar, no solo física, sino emocionalmente, a niños y adolescentes.