Los vendedores que están apostados frente al cementerio de Ypané esperan hacer su “aguinaldo” entre hoy y mañana, con la venta de paños, flores, floreros, entre otros, aunque coincidieron en que ahora ya no van como antes a visitar a los difuntos.
“Hace más de 30 años que vivo frente al cementerio y recuerdo que antes las señoras venían el Día de Todos los Santos con sillas y matulas, pasaban el día y la noche con su familiar difunto, pero ahora eso ya no se hace, cambió bastante, capaz por la inseguridad”, dijo Gustavo Dávalos, vendedor de flores.
Por su parte, su mamá, doña Del Rosario Dávalos, una de las pioneras en vender paños y flores, mencionó que la gente ya casi no visita más a los difuntos o, si lo hace, solo un rato luego y se va.
“Antes la gente se iba entre mucho, se sentaban frente al panteón, hablaban y contaban anécdotas de su familiar, prendían velas, rezaban y después de que se derrita toda la vela recién se iban, ahora media hora ya es mucho que se quedan”, comentó.
Lo más barato
En cuanto a la venta, aseguran que también cambió, la gente ya no compra cosas costosas, solo las más baratas, no porque sean jopy, sino porque se les roba todo. “Antes yo traía floreros de porcelana, se vendían bien, pero la gente dejó de comprar porque se les roba, hasta la cruz y veleros llevan esos drogadictos”, lamentó.
Paños de clubes
Vanesa Reyes, otra de las vendedoras, comentó que tiene paños desde G. 5.000 hasta G. 25.000, que son los personalizados.
“Lo que más se lleva son de clubes que yo hago de crochet y de ao po’i, tengo de Cerro Porteño, Guaraní y de Olimpia. Algunos piden que se ponga el nombre de los difuntos y ese es más caro, cuesta G. 25.000” indicó.
Las flores artificiales hay desde G. 5.000 y las naturales desde G. 7.000.
Tradición
Lo único que no cambió, según los vendedores, es la tradición de repartir caramelos y galletitas.