Puntualmente a las 8:20 de la mañana de este lunes, vestida con un pantalón rosa y una remera turquesa, Elva Rosa Mereles viuda de Florentín partió hacia la cárcel de mujeres de Asunción desde el sector femenino del departamento de Judiciales de la Policía. La orden de traslado firmada el pasado 21 de octubre por la jueza Elsa Idoyaga llegó recién esta mañana a dicho departamento para que la “viuda negra” se convierta en la reclusa número 432 del Buen Pastor.
Ya no vestía luto como en la víspera de su traslado que llevaba una blusa color rosado vivo y un pantalón negro. Ayer, en su tercer día en el departamento de Judiciales de la Policía, la conocida como viuda negra, decidió guardar aún silencio con la prensa, pero accedió a hablar con la comisaria Juana Diarte.
“Yo no le maté a mi marido. Oñemboja cherehe (me culparon a mí)”, dijo la doña de 47 años a la jefa policial al ser consultada si quería hablar. Le explicó que supuestamente no quiere exponerse, porque está convencida de que pronto saldrá libre, considerándose inocente. Elva está detenida y a la espera de pasar a la cárcel de mujeres de Asunción, el Buen Pastor, por el crimen de su marido Ernesto Florentín Núñez, de 62 años el miércoles en la madrugada.
El hecho ocurrió en la compañía Villa Jardín de la ciudad de Limpio supuestamente víctima de un asalto en la casa donde vivía juntos como una pareja bastante dispareja, pues aunque ya estaban separados, residían en la misma casa.
La comisaria comentó a EXTRA que hasta ayer no recibió visita alguna, de parientes ni su novio. “Ella está demasiado bien, no veo nada anormal en ella, pero ni para traerle algo que comer vinieron”, indicó la jefa. Diarte comentó que Elva solo se comunica por teléfono una vez al día con alguien, pero que no sabe quién es.
Ayer, estuvo con su abogada Limpia Cañete, por una hora, desde las 15:00.
La mujer había sido detenida el miércoles durante el velorio de su marido, luego de que el hijo de este, producto de un matrimonio antes, denunciara que sospechaba de ella como autora. Agentes de Homicidios de Investigación de Delitos confirmaron que la mujer mentía, al revisar los circuitos cerrados y darse cuenta que nadie había entrado a la casa.