Viralizaron su vídeo íntimo: “No comía ni salía, desastre me quedé, perdí mi trabajo”

Hasta el alma le temblaba a Cristina (nombre ficticio) al revisar el mensaje que le llegó al celular. Parecía que su corazón iba a salirle del pecho: era un video íntimo suyo. “No sabía si reír, llorar, sentarme, quedarme, tirarme de un puente, salir frente a un camión... cualquier cosa se te cruza por la cabeza”, dijo a EXTRA la joven de 30 años.

En la filmación que mandaron a un grupo de WhatsApp de su comunidad en Paraguarí se veía a pleno su cara.

Lo grabó un amante casual: Anastasio G., un chico “amable” que conoció en redes sociales y con quien tuvo un encuentro sexual el año pasado. “No sabía que me grabó, después de meses me enteré. Un familiar me envió, quedé shockeada. Ya estaba en todas partes, toda mi comunidad vio”, relató la mujer.

La parte más difícil para ella fue contarle a sus padres. Quería hacerlo antes de que algún chismoso de barrio se le adelante.

“Cuando le conté a mamá esperaba lo peor, que me pegue, que me saque a la calle. Ella me miró y me dijo… ‘¿ese nomás es tu problema? Son cosas que pasan todos los días. Ahora a reponerse’”, recordó Cristina.

Su madre, hoy ya fallecida, le aconsejó que no se repita, que afronte con fortaleza para superar y que tome las medidas necesarias. “Tenés que demandarle para que aprenda”, le recomendó.

“Sentí que me desahogué, empecé a llorar. Para mí fue muy difícil, no quería comer, bajé muchísimo de peso, no quería más salir a la calle porque salís y parece que todos te miran, que hablan de vos”, refirió. “Desastre me quedé, perdí hasta mi trabajo”, añadió.

En ese momento solo se le ocurrió llamar a Anastasio a reclamarle y él negó todo, pero el video fue grabado en su casa.

Cristina pidió ayuda a la Defensoría Pública y la abogada Exa Gaona tomó su caso. Un juez investigó y pilló que Anastasio le mandó a un amigo el video y este le reenvió a un vecino de Cristina, que se encargó de viralizar en grupos de WhatsApp.

Todos ellos fueron sancionados económicamente a pagar entre todos la suma de G. 6.500.000 por el tratamiento psicológico que realizó la víctima para superar lo ocurrido.

No fue la única

Lo que quedó como una aterradora intriga fue el motivo que llevó a Anastasio a hacerle todo eso, pero descubrió que no fue la única víctima.

“No sé por qué hizo, el juez descubrió que ya le hizo eso a otra, pero como esa persona no hizo la denuncia como yo hice, no se supo nada”, lamentó.

Contó que, para colmo, a veces suele cruzarse con uno de ellos: su vecino. “Cuando tenés la sensación de que ya pasó todo el dolor, le mirás y vuelve todo”, concluyó.

Si no pagan, podrían ir presos

“Lo triste es que tampoco están cumpliendo”, manifestó la defensora pública Exa Gaona. La abogada indicó que todos pidieron que se le fraccione en tres partes el pago, pero dos de ellos todavía no pagaron lo impuesto.

“Se exponen a causas penales por desacato”, aseveró, añadiendo que podrían ir presos incluso, porque la causa se mandó a Fiscalía, donde se aguarda que sea designada a una oficina.

¡Que no pase mucho tiempo!

José Casañas Levi, abogado penalista, recomendó no dejar que pase mucho tiempo para hacer la denuncia penal. Explicó que difundir imágenes íntimas es un delito menor, es decir, tiene una expectativa de pena muy baja. Por ende, se denuncia dentro de los 6 meses, para que no prescriba.