En un sapy’aite, sarambi se armó en un control de alcotest de la Patrulla Caminera, cuando una turba llegó caminando.
“Pekañy peê bandido, mondaha, coimero”, se escucha decir a unos enfurecidos hombres que atacaban a los agentes.
El inspector Arístides López, director de la Caminera de Cordillera, contó que, cerca de las 20:00 del viernes, estaban haciendo control de alcotest en la ruta 2, km 58 de Caacupé, en una nueva rotonda que conecta con la ciudad de Tobatí, cuando una patota de 10 a 15 personas atropelló el control y empezó a tirar piedras y hasta bombas 3x3.
López dijo que la patota salió del barrio Santa Ana de Caacupé. Comentó que no hay heridos, pero preocupa la agresión que están sufriendo, ya que no es la primera vez. En otra ocasión, los lugareños hicieron correr a los zorros grises con honditas.
“Lastimosamente son personas inadaptadas, alcoholizadas”, dijo.
El inspector dijo que en esa zona es muy importante hacer el alcotest, debido a que ya se registraron varios accidentes, incluso fatales, en la nueva rotonda. “Sacamos de circulación personas alcoholizadas”, explicó.
Denunciaron el ataque en la Comisaría 1° de Caacupé y ahora harán sus barreras con acompañamiento policial.
Muchos casos
Sin bien desde la Caminera no tienen estadísticas de cuántos casos similares ya ocurrieron, aseguran que en el mes hay 2 a 3 agresiones por el trabajo que realizan.
Por su parte, Juan Villalba, director de PMT de Asunción, había dicho que la Caminera está haciendo barreras “mau”, ya que no pueden hacer controles en la capital.