Ramona Meza al igual que sus compañeros de promoción pudieron terminar la secundaria con mucho esfuerzo, pese a su edad.
Los retos de la vida por superarse no tienen límites, sobre todo cuando uno ya tiene unos años más de que lo que normalmente tienen los jóvenes de la secundaria y que no pudo cumplir ese objetivo por diferentes motivos, ya sea económicos o de otra índole.
Ramona Meza culminó el sábado pasado la secundaria con 41 años, en el colegio República Oriental del Uruguay. Su título dice “Bachiller en Educación Media para Jóvenes y Adultos” Ramona está casada y con dos hijos; vive en Loma Pytã. Ella había dejado sus estudios en el 3° curso (actualmente 9° grado) a los 16 años, ya que tuvo que trabajar porque no creció con sus padres; vivía prácticamente con sus abuelos, y no tenía chances para continuar estudiando.
Menciona que pese a los hijos que tuvo, uno a los 21 años y otro a los 14, pudo hacer dos años en el curso acelerado que ofrece el colegio y logró recibirse de bachiller humanístico.
Dijo además, “que su marido pudo ayudarle con los gastos; que comprenden almuerzos, meriendas, fotocopias de libros, etc”.
Acotó que “entre las materias que más me costaron son Matemática y Guaraní, ya que la enseñanza de antes y de ahora ha cambiado mucho”.
Por último refirió: “Quiero seguir la carrera de Enfermería, en el Hospital Bautista”. Este hecho nos demuestra que a pesar de los años uno puede llegar a sus metas por más dificultades que tenga, y por más difícil que se torne el camino. Ramona tuvo que esperar 25 años para culminar su carrera y lo logró.