Eran las 10:30 de la mañana de ayer, cuando un grito de Vilmar Bckes Sheidt hizo eco en todo el sojal. Sus compañeros de trabajo y el dueño del lote rural situado en la Segunda Línea de Copagro, en la colonia Yjhovy del departamento de Canindeyú acudieron a su auxilio, pero el agricultor de 37 años ya estaba muerto.
Los agentes de la subcomisaría 15 local fueron alertados del hecho y rápidamente llegaron al lugar donde encontraron el cuerpo tendido boca arriba al lado de su máquina cosechadora con la cual hasta minutos antes de su deceso se encontraba trabajando.
Luis Carlos Deconto, propietario del establecimiento, comentó a los policías que el fallecido estaba cosechando soja, cuando en un momento dado, hizo una maniobra y su máquina alcanzó un cable del tendido eléctrico por el que se quedó trancado.
El operador de la máquina ni siquiera se percató de lo ocurrido, bajó de la misma y al tocar la estribera de metal recibió una fuerte descarga eléctrica que lo lanzó al suelo, falleciendo de forma casi instantánea en el lugar del hecho.
El hecho fue comunicado a la asistente fiscal Nancy Velázquez, quien llegó al lugar acompañada de agentes de Investigación de Delitos, Criminalística y la médica forense Silvia Villalba, quien constató que el cadáver presentaba quemaduras en ambas manos y el pie derecho, a consecuencia de la electrocución.