Muy ilusionada y con la esperanza de aportar un poco de dinero en casa, Renata, una joven de 18 años de Guarambaré, comenzó a trabajar hace un mes en una financiera como vendedora de créditos por teléfono. Estos días fueron bastantes duros para ella, ya que tenía que pagar pasaje y almuerzo, debido a que hacía horario extensivo de 8:00 a 17:00 y en oficina.
A pesar de los constantes intentos, vender los créditos fue muy complicado para ella y varios de sus compañeros. Tanto que no llegó a cumplir con la meta que tenía en su primer mes en CrediÁgil.
Cuando llegó este fin de mes, ya sabiendo que no había comisionado nada por las bajas ventas, esperaba que le paguen por lo menos el sueldo base que le prometieron, pero no, se llevó la desagradable sorpresa de que no le iban a dar ni 1 guaraní.
Ante esta situación, Renata se acercó al especialista en empleos Enrique López Arce para comentarle su caso y pedirle asesoramiento, ya que cree que deberían haberle pagado por lo menos el salario fijo.
"¡Si le obligan a hacer oficina todos los días, les corresponde!”, comentó exaltado por el caso López Arce, quien publicó el caso en su cuenta de Twitter. Varios le mencionaron que pasaron situaciones parecidas en trabajos de Call Center.