La variante XFC de Ómicron, conocida como “Frankenstein” porque nació de la mezcla de dos subvariantes, ya representa más de la mitad de los casos globales, según la OMS. A diferencia de las anteriores, no arranca con fiebre ni congestión, sino con afonía y ronquera que pueden dejarte casi mudo.
La otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas, consultada por Clarín, explicó que esta disfonía es muy distinta a la que generan las alergias primaverales, como las del polen del plátano. “Es rara, la distinguís enseguida”, aseguró la especialista.
Los pacientes, además de perder la voz, sienten odinofagia, un dolor de garganta que se describe “como un cuchillo atravesado”. También se reportan náuseas, vómitos, dolor de cuerpo y pérdida del olfato por dos o tres días.
La buena noticia es que no se trata de una mutación grave. Cuevas aclaró que no es mortal, porque la población ya tiene defensas previas gracias a la inmunidad que dejaron las olas de Ómicron.
En resumen: si de repente te agarra tos seca (hu’u jagua), la voz se te va y la garganta no da tregua, ojo. Puede no ser resfrío ni alergia, sino la nueva cara del Covid que ya circula con nombre de monstruo: “Frankenstein”.