14 dic. 2024

Sus papás adoptivos le jodieron con una casa

Paraguaya en España los denunció en la Fiscalía por estafa. Pagó G. 70 palos, pero volvieron a vender la vivienda.

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Raquel vino Paraguay para entregar parte del pago. Todo se hizo a través de documentos (foto ilustrativa).

Freepik

Por dos años, Raquel F. (35) envió remesas de 800 euros al mes (casi G. 7 palos) a sus padres adoptivos, desde España.

Ella se sentía con la obligación de “pagarles” por haberla adoptado desde que era una beba. Raquel contó a EXTRA que sufrió todo tipo de maltratos y abusos. Además, la tenían como la criada y, cuando le tocó la oportunidad de huir, no la desaprovechó.

Cuando dejó de enviar dinero, sus papás le reclamaron, le dijeron que era una malagradecida, según su relato.

Tiempo después, en junio del 2021 le ofrecieron comprar parte de la casa ubicada en Asunción, en donde ella vivió toda su niñez y adolescencia.

Pide justicia

Raquel, quien ya estaba casada, habló con su esposo y vinieron a Paraguay. Fueron a la escribanía, en donde firmaron un contrato privado y entregaron G. 5.000.000 de los 70.000.000 que supuestamente valía parte de la propiedad. Sin embargo, meses después, cuando terminaron de pagar la totalidad, la mamá de Raquel le dijo que ya no tenía intenciones de vender la casa, pero todo resultó ser mentira.

“Yo terminé de pagar y luego me enteré de que la vendieron por G. 800.000.000 y le repartieron la herencia a sus 3 hijos biológicos. A cada uno les puso casa y auto”, dijo la compatriota.

La rabia y la impotencia se apoderaron de Raquel, quien exigió que le devuelvan el dinero, pero como no llegaron a ningún acuerdo, los denunció por estafa ante el Ministerio Público. El caso está a cargo de la fiscala Diana Laterza.

Raquel tuvo una audiencia telemática en mayo pasado con el asistente fiscal, a quien le relató su caso. “Él me dijo que haría todo lo posible para ayudarme”, apuntó.

Quedó muy afectada

“Si nosotros hubiéramos sabido que íbamos a regalar el dinero, no lo hubiéramos hecho”, lamentó la mujer.

Raquel cree que todo fue planeado por las personas a quienes ella consideraba familia.

“La señora (su madre adoptiva) le dice a todos que yo estoy reclamando parte de mi herencia, pero ¿qué herencia? Yo pagué algo, tengo documentos que prueban que yo pagué”, apuntó.

Debido al estrés, Raquel está acudiendo al psicólogo en Londres, donde actualmente vive. Por el dolor y el trauma, ya no quiere volver a Paraguay.

“Quiero que me paguen el dinero y todo el sufrimiento que me causaron y que en Paraguay se haga un seguimiento a las personas que adoptan niños para que no pasen lo mismo que yo”, pidió.