La deuda de US$ 2.500 millones que anunciaba el gobierno para reactivar la economía, al final resultará ser una mucho menor, de US$ 350 millones, luego de la ola de críticas por supuestos hechos de corrupción en plena pandemia.
“No sabemos cuánto más vamos a necesitar y lo que no queremos es dejar de tener un plan, queremos ser responsables, hay muchos sectores que requieren de mucha asistencia”, mencionó el Presidente Mario Abdo en conferencia de prensa.
Explicó que toda la deuda será utilizada en inversiones y asistencia social y que un 0% irá al pago de salarios, otro punto también requerido por el sector privado.
“Entiendo que pueda haber confusión pero quiero aclarar que el plan es un endeudamiento de US$ 350 millones”, mencionó Abdo.
Unos US$ 100 millones se destinarán a IPS, US$ 80 millones serán para fortalecer programa Pytyvó, principalmente para ciudades de frontera que están sufriendo el impacto de la cuarentena inteligente y tienen necesidad del turismo de compra. Otros US$ 100 millones para MOPC, US$ 40 millones para el Ministerio de Urbanismo y Viviendas, US$ 10 millones para el Fondo Ganadero y US$ 20 para el Crédito Agrícola de Habilitación que otorga préstamos agrícolas.
¿Cómo se usaron los US$ 1.600 millones?
El Presidente Abdo explicó en detalle cómo se usaron los US$ 1.600 millones de la Ley de Emergencia que fue el primer préstamo contra la pandemia.
“US$ 61 millones para la capitalización y la pequeñas y medianas empresas, US$ 26 millones para fortalecer el programa Ñangareko, US$ 59 millones para pagar las jubilaciones, US$ 82 millones para adultos mayores y Tekopora, US$ 77 millones para pago de deuda pública, US$ 99 millones para salud, US$ 100 millones para IPS y salarios, US$ 299 millones al funcionariado público, médicos, docentes y fuerza pública, y US$ 300 millones para el programa Pytyvó. Quedan US$ 400 millones a transferir al Ministerio de Salud y el resto, US$ 97 para el tercer pago del programa Pytyvó y servicios básicos”, acotó.
Destacó que sus planes de reactivación económica tienen resultado como en el 2019 cuando se afrontó un año de desaceleración económica.