Luego de una investigación policial, fiscal y con el Ministerio del Ambiente, se pudo corroborar finalmente que la historia de que en la compañia Caranda’yty distrito de Guazú Cuá, (Ñeembucú), acorralaron a un puma y lo mataron tras atacar a un hombre, no ocurrió.
Se trata de un poblador de la zona que decía que su amigo Salustiano Rojas recibió un zarpazo del felino.
En el transcurso de este martes, las autoridades llegaron hasta la comunidad e identificaron a Ramón Bordón (36) como el que reportó el hecho. Al verse en apuros, el hombre tuvo que decir que se trató de una broma.
“Lastimosamente movió toda una estructura para ir a corroborar el hecho. Me pareció raro que un animal así aparezca en la zona, pero de igual forma teníamos que verificar”, dijo el fiscal Federico Solano.
Se habló también con la supuesta víctima y dijo sentirse ofendido al verse en tamaño lío por las bromas de su amigo. Aseguró que las fotos que recorren de él acostado fue el sábado, pero que un bicho le entró en el ojo.
Por de pronto, no hay leyes que castiguen este tipo de bromas, según indicó Solano.