Francisco Javier Bareiro fue denunciado por jóvenes en Guairá. El otro es Gustavo Ovelar. Salen a la luz escandalosos detalles del acoso sexual que sufrían los jóvenes en Guairá, en especial, por parte del cura Francisco Javier Bareiro, exvicario de Paso Yobái. Este sacerdote y el padre Gustavo Ovelar, quien era el párroco de dicha localidad, fueron apartados de sus cargos, tras ser denunciados ante la Fiscalía.
La madre de una de las víctimas, de Independencia, contó que el acoso de Bareiro a su hijo empezó, cuando este tenía 15 años (4 años atrás) y hacía la catequesis para su confirmación. En principio, el cura solo se le insinuaba a su hijo cuando estaban de retiro espiritual, luego directamente le manoseó, cuando una vez se quedó a dormir en la casa del religioso, tras una misa; después ya le declaró que se había enamorado de él y finalmente le amenazó para que no cuente sobre la situación.
“Mi hijo llamó y me dijo: ‘mamá, el padre quiere que me quede nomás ya a dormir con él porque es tarde’”, refirió la señora. En una ocasión, el cura quiso emborrachar al muchacho, quien para escapar del religioso tuvo que pedir a sus padres que lo envíen a Buenos Aires, ya que en su casa no creían lo que le estaba pasando.
Un misionero era otra víctima, a quien Bareiro le pedía que duerma con él para manosearlo. El caso fue condenado ayer por tres obispos: monseñor Ricardo Valenzuela, Adalberto Martínez y Claudio Giménez. El fiscal del caso, Carlos Alvarenga sostuvo que está investigando y llamando a las víctimas para declarar.