La mala calidad de los alimentos, tanto para la merienda como el almuerzo escolar, que se les da a los alumnos en las escuelas, sigue siendo una preocupación constante de los docentes, que ni siquiera en las actuales vacaciones de invierno se liberan de ese quebranto.
Así, la directora de una institución educativa de Villa Elisa, Departamento Central, en la tranquilidad de la sala de su casa, se puso a revisar “en qué estado está este alimento” y abrió una bolsita de chipitas, según se ve en un video que ella misma se puso a grabar.
“Que es proveído por la Gobernación del Departamento Central, merienda de distribución gratuita”, expresó al leer el rótulo del plástico.
Sacó una chipita y dijo: “Intentaremos comer”, pero “no hay caso, ni con la mano”, lamentó, al tiempo en que intentaba romper el producto, torciéndolo con los dedos.
Entonces, agarró un martillo que tenía sobre la mesa y se puso a martillar la comida. “A ver; ahí pueden comer mis alumnos”, señaló luego de romper la chipita con la herramienta.
“Pero esto, probablemente le va a echar el diente, porque no hay caso, no se rompe. Es imposible comer esto”, afirmó.
Pidió “por favor, a la empresa que está distribuyendo, solicitamos encarecidamente que sean más blandos, porque nuestros niñitos pequeños tienen diente de leche y una cosa así es como darle una piedra de comer a un ser humano”.
“Debemos respetar la alimentación de nuestro estudiantes”, añadió, antes de rematar: “esperamos una respuesta favorable de la empresa distribuidora de estos alimentos”.
El video fue compartido en las redes sociales y se hizo viral.
Visita aleatoria
Ante esa situación, el Sindicato Nacional de Directores de Instituciones Educativas de Gestión Oficial del Paraguay (Sinadi), a través de su presidente, el profesor Miguel Marecos, entregó hoy una nota dirigida al ministro de Educación, Nicolás Zárate, para pedir “que a vuelta de vacaciones se realice una visita aleatoria de la Dirección General de Bienestar Estudiantil a varias instituciones, a fin de constatar dicha falencia y ver la forma de que la empresa proveedora mejore la calidad de las misma”.
En el escrito, denuncia que la provisión de chipitas, “ya ha ocasionado pérdida de dentaduras en niños de muchas escuelas del mencionado departamento”.