Erasmo Arturo Solís (29) y su amigo, Cristhian Brizuela (23) fueron a parar a la Comisaría 21 de Asunción con un emplumado en las manos, luego de que la mamá llamara a la policía a pedir auxilio por un robo.
Según el informe policial, Solís fue hasta la casa de su madre y se robó un gallo para venderlo y tener un poco de plata para comprar drogas. Esta acción fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de la señora, ya que no es la primera vez que el joven vende algunos de sus pertenencias.
Cuando llegaron hasta la sede policial, Erasmo Arturo parecía que no entendía la gravedad y hasta bromeó con el ave en la mano con su compinche.
“Ahora estamos esperando que la mamá se acerque para realizar la denuncia formal para que se pueda proceder, por el momento se encuentran aprehendidos”, explicó el comisario José Santacruz a C9N.
Ambos sujetos tienen frondosos antecedentes por hurto agravado, violencia doméstica y robo.
“Los dos manifestaron que son adictos. La abuela de Solís relató que ya esto es muy frecuente”, dijo el uniformado.
Hasta estas horas, la madre no se presentó a la comisaría para ratificar la denuncia.