Laureano Florentín Alfonzo Ramírez, guardia de seguridad del consorcio TBI, realizaba su recorrida en el predio de la Administración Nacional de Navegación y Puerto de Asunción en una zona de obras, cuando alrededor de las 21:55 del jueves escuchó unos movimientos extraños.
Con mucho sigilo se acercó hasta el sitio y se dio cuenta que el visitante no era más que una enorme . La serpiente se arrastraba entre las maquinarias del lugar, por lo que el sereno no tuvo mejor idea que pegar un telefonazo a la .
Los policías no tardaron en llegar al lugar, convocando también al sitio a los de la tercera compañía de Sajonia, para rescatar a la serpiente.
Los voluntarios a cargo del capitán Daniel Ortega procedieron al traslado del reptil hasta las aguas del río Paraguay, donde fue liberado nuevamente en su hábitat natural.