Mariángela Abdala (33) y Giselle Ferrer (24) abandonaron el hotel Ronny de Clorinda, Formosa, donde dijeron que durante la noche fueron amedrentadas por la policía argentina.
Se hicieron el hisopado y ahora se dirigen a Buenos Aires, según informó el diario argentino La Mañana, en base a las publicaciones en redes de las implicadas.
Ambas informaron ayer que consiguieron una especie de refugio en el vecino país. Ellas están prófugas de la justicia paraguaya por dañar el Panteón de los Héroes el 5 de septiembre en una manifestación contra la muerte de dos niñas reclutadas por el EPP en un enfrentamiento armado contra las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC).
“Quieren matarme, así de simple”, respondió en su Facebook Abdala a una pobladora de Clorinda que le reclamó por qué no se enfrenta a la justicia paraguaya en lugar de aprovecharse de los recursos de los argentinos.
"¡Claro que son nuestros recursos! Los policías, los médicos, ambulancias, hisopados y demás cosas que a los enfermos se les está negando se les está brindando a ustedes”, refirió indignada Romina Rojas.
Ayer, el Ministerio Público pidió una orden de captura internacional contra Abdala, Ferrer y Paloma Chaparro Panimboza por daños a bienes de patrimonio cultural, perturbación de la paz pública y violación de la cuarentena.
“Hay un hermetismo institucional”, señaló el diario La Mañana que intentó comunicarse con las autoridades de la Policía de Formosa, el Consulado Argentino en Asunción, la Secretaría de la Mujer en la provincia a cargo de Angélica García y el titular de la Embajada Argentina en Paraguay, Oscar Domingo Peppo.
“En todos los casos, no se logró obtener información oficial ni documentos de las oficinas públicas que acrediten el transfondo de la colaboración bilateral”, refirió el portal.