Los mensajes en el grupo de wasap de la familia Martínez comenzaron a llegar desde la madrugada dando la buena nueva.
En un principio, todos tomaban con recaudo la noticia de que Monseñor Adalberto Martínez Flores se convertía en el primer cardenal paraguayo elegido por papa Francisco, aunque nuestro país ya contaba con el español nacionalizado paraguayo Cristóbal López Romero, que es arzobispo de Rabat (Marruecos).
“En un tiempo pues se especuló que podría llegar a ser cardenal, pero después fue desmentido. Ahora que es verdad, estamos felices por él, se merecía desde hace tiempo”, contó a EXTRA Magalí Martínez, sobrina del alto religioso.
Muy lejos de los títulos como el de Arzobispo de Asunción y presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), para Magalí su tío es el de siempre, el familiero, el chistoso, el “pa’i canchero”.
“Siempre llama y pregunta cómo estamos, pese a sus responsabilidades en la Iglesia”, expresó. La allegada indicó que dentro de tanta alegría, también hay algo de preocupación.
“Tenemos miedo por la exposición que va a tener, porque él suele hablar sobre los desalojos, sobre indígenas, campesinos, temas que a veces no suelen gustarles a muchos; aún así, puede ser el próximo Papa”, indicó.
“Merecido”
Ayer, monseñor Adalberto ofició misa en la Catedral de Asunción,. Durante su homilía no hizo mención sobre su nueva misión. Recién al término, realizó una conferencia de prensa y agradeció al Papa la confianza depositada.
“Para mí fue una sorpresa, merecido teníamos. Confiaba que Dios iba a escucharme. No por mi persona, sino por el Paraguay”, mencionó.
El 27 de agosto, Francisco entregará a él y a otros 20 nuevos cardenales la túnica roja, que según las normas canónicas simboliza que están dispuestos a morir por su fe y los anillos, que significa el “matrimonio” con la Iglesia Católica.
“Somos fieles al Papa y lo que él decida, vamos a cumplir. Suele designar parroquias en Roma para sus cardenales, pero depende de él”, indicó.
El religioso podría llegar a ser Papa
De los nuevos cardenales elegidos por Francisco, 16 -entre ellos Monseñor Adalberto-, formarán parte de los 120 que tienen el privilegio de entrar a la Capilla Sixtina, en Roma, para elegir al nuevo Papa. Si sus compañeros consideran, también su nombre podría estar entre los candidatos para ocupar el lugar más importante de la fe católica. Tiene 37 años de sacerdocio y es considerado del ala progresista. Usa sus redes para mostrarse al lado de los menos favorecidos.