Valerio Bobadilla era habitué en apostar en las tragamonedas que Nunila Amarilla tenía en su bodega.
Así conoció a la doña de 50 años, contó el camionero de 29, sentado en un banquito de la Jefatura Policial de Caaguazú.
Preso por la muerte de Nunila y el exconcubino de ella, Roberto Florentín (40), rompió el silencio y en conversación Contacto País (vía Facebook), relató su verdad de los hechos.
Valerio aseguró que nunca tuvo una relación formal con la fallecida. Según él mantenían una relación abierta. Sin embargo, cuando Roberto se enteró y le estoqueó, supuestamente él decidió alejarse de la mujer.
Tenía miedo, dijo
“Solo éramos amigos con derecho, algo chiquito, pero antes. No era algo de siempre, y justamente dejé de llegar a su casa para evitar problemas”, declaró.
Aseguró que él vivía en constante zozobra por eso y que incluso denunció varias veces en la comisaría a Roberto porque lo veía pasearse por el barrio, como planeando algo.
Los audios
Sobre los audios con que cuenta la Fiscalía, donde supuestamente Valerio planeaba el asesinato, aseguró que ni ahí existen tales materiales. Mencionó que el único mensaje de voz que le mandó a Roberto fue uno que grabó con los nervios de punta y en el que le decía que “le iba a cobrar lo que hizo”, pero que eso fue inmediatamente después de que él le clavara.
“Me culpan consecuencia de un problema viejo que tuve con Roberto”, indicó el detenido, negando haber sido el autor del doble asesinato.
Valerio mencionó que puede justificar sus movimientos el día del crimen y que puede demostrar que no fue él quien mató a sus vecinos. “La noche que pasó todo estaba en mi trabajo en Limpio. Al día siguiente trabajé normal también. Yo estoy tranquilo como para colaborar con la justicia”, manifestó y pidió a la fiscala que “busque al verdadero asesino”.
Valerio cayó en la tarde del miércoles último tras el peritaje de los celus de los hoy fallecidos y hallarse evidencias en su contra.
El crimen ocurrió en la madrugada del 4 de noviembre en la colonia 1ro. de Marzo de Caaguazú. Al principio se creyó que Roberto cometió feminicidio y posterior suicidio.
Suboficial era el nuevo titular, dijo
Valerio aseguró que en el barrio se decía que el suboficial Amancio Cáceres, agente de la Comisaría 2da., era el novio de Nunila. Se conocieron porque en esa comisaría quedó detenido Roberto tras clavarle un puñal en la espalda al hoy detenido por defender la doña. “Yo no sabía nada de la relación de Nunila con el policía hasta que un día vi que llegó el policía a su casa y estaban sentados tomando tereré ellos y la gente decía que era el nuevo novio”, expresó.
“Por un audio”
“Pido a la Fiscalía, a los investigadores, que hagan bien su trabajo y que lleguen al principal responsable. A mi hermano le van a culpar ellos por un simple audio que era de mucho tiempo. Ellos no tienen ninguna prueba de vídeos o algo más que un audio viejo”, alegó Arnaldo Bobadilla, hermano del denunciado.