El cuento siempre es el mismo. “Mirá lo que pesqué para vos, mi amor”, “costó, pero omacháma (ijapu porque llevó pocos peces)”.
Excusa tras excusa dan los muchachos con tal de zafar para hacer sus macanadas, según contó a EXTRA, Antonia Oviedo, de Puente Remanso de Mariano Roque Alonso.
La pescadora he’i que los hombres hacen de todo un poco para que la patrona no les pille ni de chiripa.
Hasta se tiran barro para que sea creíble, he’i
“Algunos vienen sobre la hora y llevan uno a dos mandi’i y las mujeres dormiditas creemos que sí se fueron a pescar”, soltó.
A partir de hoy inicia la veda pesquera, hasta el 15 de diciembre. Por lo tanto los habitué de la “pescada” van a tener que buscar otro tipo de pretexto, le bajó.
Antonia dijo que muchos incluso ya metieron la pata y se aproblemaron porque en vez de pescados frescos llevaron congelados. Ahí se fueron al mazo.
La pescadora Perla Oviedo también tiene muchísimas historias kachiãi que contar. Ella y sus compañeras incluso le salvaron el pellejo a unos cuantos clientes cabezudos.
“Teníamos peces vivos, entonces (los hombres) venían con sus deslizadoras bien limpitas y pedían el pescado más lindo”, reveló.
“Uno vino y dijo ‘hace 8 días salí de pesca’ entonces le dijimos, ‘sabés qué papito, a esto le falta suciedad’; agarramos barro y le pusimos (en la deslizadora) con tal de vender nuestro pescado”, he’imi.
La ribereña mencionó que, para que todo sea más realista, le enseñaron a limpiar los pescados para que tengan el característico hagüino.
Por su parte, Ramona Ferreira (pescadora) dijo que los señores de 40 para arriba son los más traviesos.
“Algunos compran y dicen ‘para que me crea mi señora, ani añemosê ógagui’, he’i oréve (para que no me eche de la casa, nos dicen). Primero hacen su golpe y después vienen”, contó entre risas.
Ramona mencionó que no solamente los “perros” dan excusas, también las chicas, y más si saben pescar.
“Las mujeres tienen que aprender de las mañas de los hombres. Muchas dicen ‘voy a pescar con mi amiga’ y jaháma chupe. Yo por ejemplo hago, me voy a pescar pero otra cosa, me voy a pescar ‘mbusu’ (rissas)”, ironizó. “Hay que joderles también (a los hombres)”, soltó.
Hay que dudar
“Los hombres muchas veces vienen y dicen ‘quiero llevar pescado porque tengo que llegar con un pescado a casa sí o sí. Si llegan limpios a casa, ahí ya hay que dudar”,Antonia Oviedo, pescadora.
Solo chupan
“Algunos vienen y dicen ‘corro de mi señora’ y se quedan ahí (a la orilla del río) a chupar, son de los buenitos y no se portan mal, pero luego vienen y compran los pescados y llevan a casa”, Perla Oviedo, pescadora.
FBI 2.0
“Si no querés que te pillen, tenés que ponerte barro (en la ropa) porque o si no ojepilláta si ndaiky’ái la ijao (se le va a pillar si su ropa no está sucia). Si está limpio, se fue a pescar otra cosa”, Ramona Ferreira, pescadora.
Las coartadas más usadas por ellos, según las vendedoras:
-Compran los pescados más chicos para que sea creíble (mandi’i, carimbata, armado). Si son grandes, habrá problemas.
- Se mojan con agua de río.
- Se ensucian y ensucian sus vehículos con barro.
- Se empavonan las tripas de pescado por la ropa y el cuerpo.
Multa
Solo se puede pescar para consumo, pero...
El director de Pesca del MADES, Adan Lezcano, manifestó que los pescadores comerciales con registro son los únicos que pueden pescar, pero para consumo. Si al resto se les pilla pescando, podrían ser multados con 1 a 20.000 jornales mínimos (de G. 103.091 a G. 2.061.820.000). Los criaderos podrán vender durante la veda.