Un papá que durante más de una década se hizo el desentendido con la manutención de su hija terminó pagando caro, pero no con plata, sino con cárcel.
La justicia lo condenó a 2 años y 6 meses de prisión por incumplir su deber alimentario, acumulando una deuda de G. 26.500.000.
Todo empezó en el 2012, cuando la jueza Gloria Benítez fijó de forma provisoria el pago de G. 100.000 al mes para su hija. Tres años después, en 2015, la jueza Sonia Sánchez Laspina aumentó la cuota a G. 400.000 mensuales, que debía depositar en una cuenta .
Sin embargo, el hombre ignoró la orden casi por completo: en todo este tiempo solo pagó G. 700.000.
La denuncia llegó a la Fiscalía de San Lorenzo, donde el fiscal Gerardo Chamorro juntó todas las pruebas y llevó al padre irresponsable a un juicio oral y público. El Tribunal condenó a pena privativa de libertad con cumplimiento efectivo (irá a Tacumbú). El juicio duró 13 años y el hombre había sido declarado en rebeldía por más de 5.
Aumentan denuncias
Entre los hechos más denunciados en el Ministerio Público figuran la violencia familiar y el incumplimiento del deber legal alimentario.
“Alrededor de 4.000 causas de incumplimiento que entran al año en Capital y Central, que son las dos circunscripciones más grandes del país”, informó la camarista Silvana Luraghi, al portal El Observador. Este año ya superan los 2.800 casos.
Así también, el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (REDAM, dependiente de la Corte Suprema de Justicia, indica que a la fecha hay 1809 padres inscritos.
De ese total, 1787 son varones y 22 son mujeres que no pasan para leche de la criatura.
Estar en la lista de padres deudores es como la muerte civil: No se puede
acceder al registro de conducir, ser contratado por entidades estatales u ocupar cargos públicos, acceder a pasaporte, comprar-vender. Para consultar si una persona está como moroso necesitás su número de cédula e ingresar a la www.csj.gov.py/redam.