“Yo tenía pesadillas, todo mi embarazo pasé muy mal, debería haber una ley que proteja a la mujer durante el embarazo y periodo de lactancia porque es un acto de discrimimación”, aseguró Liz Fernández.
La mujer contó que su patrón, un extranjero, le hizo “llorar sangre” cuando supo que estaba en la dulce espera. Denunció que le cambió el horario de trabajo como forma de presión para que renuncie.
Lo que Liz quizá no sabe es que existe la Ley de Maternidad y Lactancia, que en teoría debe velar por las mujeres durante esta etapa. Sin embargo, muchas de ellas consideran que la normativa es letra muerta.
Números
Las estadísticas del Ministerio de Trabajo indican que de enero a agosto de este año, 215 mujeres denunciaron el incumplimiento de la normativa: en promedio, 26 por mes inician una demanda en el ámbito laboral.
En el año, unas 66 mujeres que estaban esperando un hijo fueron echadas de sus trabajos, lo que representa el primer lugar en cuanto a denuncias.
En segundo lugar se encuentran las madres que en pleno período de lactancia quedan sin empleo.
Y, entre los problemas más recurrentes, están las alteraciones de las condiciones de trabajo, que ocurren cuando a las mamás les cambian el horario de trabajo y las bajan de categoría y de sueldo. Todo, con tal de presionar a la trabajadora para que renuncie.