En inmediaciones del cementerio Los Jazmines de Limpio se formó ayer una cola de 200 vehículos que querían darle el último adiós a un difunto.
Cerraron el tránsito, entonces muchos conductores comenzaron a bocinar, relató en entrevista a radio Monumental el Comisario Lidio Castiñeira.
Dijo que le dio la orden a sus efectivos para que pidan calma a los choferes pero supuestamente uno siguió bocinando y además, supuestamente se adelantó de contramano.
“Nosotros pensamos que sí (estaba alcoholizado) porque nos llamó la atención el estado eufórico en el que estaba. (...) Por eso le quisimos traer a la comisaría. Una vez que le trajimos a la comisaría, fue sometido al alcotest”, mencionó dando a conocer que no tuvieron en cuenta su presunción de inocencia.
El chofer es un abogado radicado en Argentina. Su hijo de 16 años filmó todo lo que ocurrió y sus parientes en Paraguay subieron a Twitter donde se hizo viral.
En el posteo se observa cómo los policías metieron medio cuerpo y se lanzaron sobre él para quitarle del auto. Él se abrochó el cinturón de seguridad y se esquivaba de las esposas pidiendo al adolescente que siguiera filmando.
En la mañana de hoy estaba prevista la audiencia del conductor ante la fiscalía. Le acusaron por polución sonora, resistencia, exposición al peligro en el tránsito terrestre y perturbación a la paz de los muertos.
Al ser consultado, si perturbación de la paz de los muertos no se refiere a que roben huesos de los muertos, el Comisario admitió que quizás su apreciación del Código Penal está algo “trastornada”.