La Policía de Caazapá ofreció una pancheada a los niños del asentamiento Roque Sarubbi esta mañana.
Uniformados de la Dirección departamental y de varias comisarías estuvieron preparando y repartiendo la mediamañana, comandados por el comisario Osvaldo López.
Los insumos fueron donación de una familia de Ciudad de Este, y lo que hubo que completar lo puso la policía departamental.
“No hubo ningún motivo especial, esto es algo rutinario; lo hice en Asunción, Central, Alto Paraná, San Pedro, Cordillera...”, mencionó el director de Caazapá.
El momento más emotivo fue el saludo a Santino, que cumplió 8 años y que es fanático de la policía, tanto que la mamá le preparó un uniforme de “lincecito”.
“Se veía en su rostro su felicidad, pero más feliz que él estuve yo”, manifestó en contacto con EXTRA.
Es la segunda vez que va a esa comunidad. Hace dos meses estuvieron ahí repartiendo ropas, gracias al aporte de un comerciante, pero cuando eso no alcanzó para todos los niños, y entonces prometió que volvería.
“Hoy felizmente pude repartir panchos a todos y hasta llevaron”, resaltó.
Mencionó que este tipo de actividades hace cada tanto, desde 1993, cuando era un joven policía.
“Quiero ganarme la consideración, confianza, cariño y respeto de los niños, que son el futuro del país”, expresó el comisario, que acumula 30 años de servicio.
Alentó a todos los jefes de comisarías que se acerquen a las comunidades y conozcan su realidad: “Hay que ganar y recuperar la confianza social, porque el primer auxilio en la calle es la policía. Es la oportunidad de lucirse y hacer bien su trabajo y no aprovecharse ni de la fortuna ni de la desgracia ajena”.
Indicó que cada dos meses procurarán visitar distintas comunidades.