Uniformado y en completo estado de ebriedad, un agente de policía protagonizó un terrible episodio en la compañía Jhugua de Seda, en Luque. A bordo de su automóvil, se llevó por delante un rodado de la marca Hyundai Tucson estacionado sobre la calle Santo Domingo, frente a una despensa.
En el vehículo afectado se encontraba Gracia Zárate (59) y un niño de 13 años, quienes además de golpes y lesiones se llevaron tremendo susto.
Los vecinos reaccionaron y notaron que el conductor del automóvil era un suboficial de nombre Luis Miguel González Alvarenga, quien se encontraba de servicio, a juzgar por su uniforme puesto, afirmó el oficial interviniente Guido Mendoza.
Una furiosa turba intentó linchar al agente, mientras sus colegas de la Comisaría 50 Central, lo custodiaban. Vecinos y familiares de las víctimas exigieron que se le realice el alcotest en el sitio, mientras los policías alegaban que no contaban con los test para el efecto.
Intervino además la fiscala de turno, Sonia Pereira, quien dispuso la detención de González Alvarenga, quien dio positivo 0,573 al alcotest y, según la agente del Ministerio Público, ni siquiera pudo justificar en ese momento su circulación fuera de su jurisdicción.