Cuando un amigo incluye a su pareja en cada encuentro donde no fue invitado, siempre hay molestias. La famosa frase: “Vine con mi permiso”, ya no es simpática cuando ocurre con frecuencia.
Esto ocurrió con Laura y su amiga de infancia, quienes no se hablan hace 3 años. Eran compinches en cuestiones amorosas, pero llegó el “verdadero amor” y todo cambió.
“Estoy feliz por ella, aunque no lo crea. Nunca hubo problema en que le lleve cuando salimos y estamos entre muchos, pero hasta cuando iba a visitarme en casa estaba su novio presente”, indicó.
Laura señaló que con el tiempo tuvo varias discusiones con el novio y la amiga no la defendía. “Le pedí que si se va a ver conmigo no vaya con él. Ella aceptó al principio, pero creó problemas en su relación y luego se alejó de mí”, lamentó.
Gabriela Benítez dijo que entiende a las chicas que se sienten a gusto con sus parejas, pero que debe haber un límite. “¡A los baby showers le llevan a sus novios! Eso ya es el colmo”, dijo.
La toxicidad
Adriana Soria se encuentra con sus amigas al menos una vez al mes y la regla principal es: “Solo entre chicas”.
“Es difícil, el novio tóxico llama todo el rato o pasa a buscarle temprano. El ex de una amiga caía al lugar sin avisar para confirmar si era entre mujeres”, apuntó.
Alcidez Benítez no soporta que las novias de sus amigos vayan a los partidos entre los perros.
“Es muy molestoso porque ellas no se integran. Están nomás ahí como un poste y no sabemos cómo actuar para no perjudicar al loro de turno”, acotó.
La psicóloga de parejas, Eraida González, dijo que esto ocurre por desconfianza y celos.
“En varias ocasiones escucho en el consultorio que dicen: Le di la oportunidad y me falló. Si esto pasa lastimosamente la relación de pareja no va a durar mucho”, aseguró.
Añadió que cada uno debe tener el espacio y la libertad de compartir con amigos y familiares, sin sentirse presionado.