Luego de casi dos meses de haberse interceptado una encomienda que tenía como destino final España y Austria, finalmente agentes de la Senad, acompañados de la fiscala Lorena Ledesma y un juez procedieron a la apertura de los paquetes.
El primero era una caja en cuyo interior iban dos termos forrados con el motivo del famoso programa de televisión Dragon Ball Z, pillados por el olfato del can antidrogas Zack. Grande fue la sorpresa de los intervinientes cuando al romper la base de los termos se toparon con casi un kilo y medio de cocaína líquida.
Terminado este procedimiento continuaron con la segunda carga, que fue sorprendida por el hocico de la can antidrogas Vanna. El segundo paquete con destino a Australia y se trataba de 156 tenedores en cuyo mango desarmable fue encontrada una buena cantidad de la misma droga en polvo de alta pureza.
Hasta el momento se desconoce la cantidad exacta de droga que contenía el mismo.