Con una sonrisa, de esas que parecen decir que la travesura salió según el plan, el famoso “ajapo la ajaposea” una de las detenidas de un sonado caso de estafa en Coronel Oviedo apareció bien parada en la oficina de Investigaciones. Esposada, pero cero tensión en el rostro; así quedó retratada durante el procedimiento. A su lado, la agente encargada de custodiarla mantenía el protocolo, mientras la otra joven investigada tampoco se mostraba precisamente triste durante su traslado.
Detrás de esa escena está la historia que involucra a Camila Guadalupe Martínez Torres (23), detenida durante un allanamiento en el barrio Maristas, y a Mónica Mendoza Martínez (24), aprehendida como presunta cómplice. Ambas fueron llevadas por la Policía Nacional y la fiscalía Regional de Coronel Oviedo tras una denuncia que tomó fuerza por la forma en que se habría armado todo el esquema.
La víctima, Luis G. A., (21), contó que estuvo apenas un mes de relación con Camila, tiempo suficiente para que ella le pidiera dinero y lograra que él cediera incluso el vehículo que había comprado mediante préstamo. Según la investigación, con ayuda de familiares de la joven, se habrían apropiado de G. 16.000.000 y del automóvil, dejándolo sin un guaraní y sin movilidad.
El lío no terminó ahí. Tras quedarse con el dinero y el vehículo, el joven fue denunciado por violencia familiar, una acusación que, según el informe fiscal, habría tenido la intención de obtener una medida de restricción y dejarlo sin posibilidad de acercarse a reclamar lo que era suyo. La estrategia buscaba bloquearlo por completo mientras él trataba de recuperar sus bienes.
Durante el allanamiento cayeron dos vehículos, un Toyota Allion y un Kia Rio, además de cinco teléfonos celulares que ahora serán analizados uno por uno. Todo quedó bajo custodia como parte del proceso. La fiscal Lourdes María Soto encabezó el procedimiento junto al personal del Departamento de Investigaciones de Coronel Oviedo.
Mónica Mendoza terminó igualmente aprehendida después de que los investigadores confirmaran que la cuenta utilizada para mover el dinero estaba a su nombre. De esa forma quedó también a disposición del Ministerio Público, que sigue reuniendo elementos para definir las responsabilidades de cada una.