“¡Ya falta poco!”, se gritan los unos a los otros para motivarse a seguir pedaleando y no decaer los ánimos. Cada kilómetro cuenta para estar cada vez más cerca de la Virgencita de Caacupé.
Mirian Ríos Escobar (42), oriunda de Tava’i, Caazapá, quien vive hace 25 años en González Catán, Argentina junto a otras seis personas, decidieron venir en bici desde el vecino país para agradecer los milagros que les ayudó a cumplir.
Mirian y otras siete personas se organizaron para emprender esta travesía que durará una semana.
Partieron el sábado y ayer, miércoles, al momento de nuestro contacto con ellos, estaban a 300 km de Posadas.
“Hacemos 170 km más o menos al día y calculamos que vamos a llegar el domingo, si Dios y la Virgen permite”, expresó la caazapeña a EXTRA.
Desafío físico
Contó que es el segundo año que realizan este viaje y que esta vuelta, el clima se portó mejor. En 2024 enfrentaron cuatro días de lluvias intensas, cosa que ahora no.
“Este año venimos mejor. Estamos cansados, pero contentos que ya falta poco. La emoción se siente al mil y todo eso nos empuja a darle con todo para llegar junto a la Virgencita”, indicó. El verdadero desafío son las arribadas y pedregullos, además de no dar espacio a los pensamientos de abandonar. Hacen pausas para ir al baño y para comer alguito y recargar energía.
La compatriota comentó que “así ete” nomás se subieron a la bici. No se preparon físicamente, pero sí espiritualmente y mentalmente para cumplir la meta.
Su marido, Guzmán Silvero, acompaña al grupo con un vehículo con los insumos que necesitan para cada día.
Llevan bien en alto los colores de la bandera paraguaya y hasta se hicieron una remera con la imagen de la Basílica.
Mirian vive ashá hace 25 años este año viene a agradecer por la salud de su familia, pero con el deseo de cumplir un sueño de toda la vida: Conocer a Roque Santacruz ¿Se le hará el milagro?