Un peatón fue apuñalado por negarse a entregar G. 10.000 a un “peajero” borracho, en el centro de Encarnación.
El comisario Fabio Ozuna, jefe de la Comisaría Primera, señaló que la víctima, identificada como Luis Alberto Fernández Paredes (34), caminaba tranquilamente cuando le salió al paso Darío Roberto González Acosta (68), quien se encontraba visiblemente borracho.
Primero le saludó y le pidió fuego; el muchacho le dijo que no tenía. El señor le atajó otra vez y le pidió 10 mil guaraníes.
Luis intentó seguir su camino, pero el hombre insistió y comenzó a gritarle mientras le acosaba de manera violenta.
“Dame 10 mil, ¿qué lo que te cuesta?”, supuestamente le dijo el agresor, mientras se acercaba con intenciones de crear problema.
Quiso defenderse
La víctima intentó defenderse sin pensar que corría un riesgo fatal.
El joven empujó al señor cuando este se le acercó demasiado.
En ese momento González Acosta sacó un cuchillo y lo apuñaló sin pensar dos veces.
Cuando se dio cuenta de lo que hizo y que, encima, varias personas fueron testigos, se escapó corriendo.
Policía fue veloz
Algunos vecinos presenciaron la escena y llamaron al sistema 911.
Por suerte, una patrullera de la Comisaría Primera que rondaba por la zona llegó rápidamente al lugar.
Los uniformados persiguieron al sospechoso y lograron atraparlo a pocas cuadras del sitio.
En tanto, el herido fue trasladado de urgencia al Hospital Regional de Encarnación, donde ingresó consciente y alcanzó a reconocer al atacante ante los policías.
El comisario Ozuna confirmó que el hombre quedó detenido y fue puesto a disposición del Ministerio Público.
El sospechoso, quien no cuenta con antecedentes, sería imputado por intento de homicidio o lesión grave.
Los vecinos manifestaron a la policía que están preocupados por la inseguridad, en pleno casco urbano.
El joven fue apuñalado el sábado, a las 19:00, cuando apenas había entrado el sol, y con varias personas transitando por la zona. Sin embargo, resaltaron que gracias al constante patrullaje de los policías se pudo atrapar al atacante y así también salvar la vida a la víctima.