Adriana Fleitas relató un episodio que le tocó vivir el miércoles a la noche, cuando regresaba a su casa. Se llenó de orgullo saber que aún hay jóvenes honestos, por lo que quiere encontrar a un conductor de Bolt para invitarlo a cenar por su honestidad.
Según contó, el miércoles salió de su trabajo, abordó un colectivo y bajó sobre Acceso Sur, de donde debía pedir un Bolt para llegar a su casa, pero justo ese día se quedó sin baterías y no podía solicitar el servicio.
“No sabía qué hacer, porque ni taxi no había más, solo había un puesto de venta de hamburguesa y, como un ángel, apareció alguien en un vehículo color naranja a comprar hamburguesa. Supuse que era Bolt porque decía por su picaporte “cerrar despacio”, entonces le pregunté si era Bolt y me dijo que sí; me preguntó hasta dónde me iba y me llevó”, escribió la joven.
Pero la historia no termina ahí. En el trayecto, le comentó que quedó sin baterías y el joven se ofreció amablemente en cargarle el teléfono, a lo que ella accedió, pero al bajarse, se olvidó de su celular.
“El joven vino otra vez hasta mi casa y me entregó, si quería podía no volver más y llevar mi celular, además tenía plata, que estaba debajo de mi protector con mi cédula, pero decidió volver y devolverme”, resaltó Adriana.
Ahora la chica busca al conductor para invitarle a cenar por su bondad, solo sabe que se llama Danny y que es de Ñemby. “Yo trabajo en un restaurante, así que quiero invitarle por su honestidad, por ser una de las pocas personas que se encuentra hoy día”, dijo la mujer.