Al ritmo de la cumbia, el pa’i Freddy Romero (35), oriundo de Carapeguá (Paraguarí), hace vibrar a los feligreses del barrio Santa Ana del Bañado Sur, en Asunción.
Con una guitarra y sus pasos de baile, hace mover el esqueleto a todo el público.
He’i que lo llaman El cumbiero de la fe.
Comenzó a hacer cumbia cuando pilló que en el barrio la gente es cumbiera, por lo que decidió matizar la forma de hacer la misa.
Su música también suena en el Buen Pastor.
“Las canciones celebran la presencia de Dios y su poder para transformar vidas, sanar y liberar. Siento que a través de estos ritmos movedizos, se anima a la gente a continuar confiando en Dios durante las pruebas y luchas de la vida”, mencionó el sacerdote a EXTRA.
Adaptarse
Dijo además que quiere adaptarse a la gente y ahí anunciarle la palabra de Cristo.
El cura comentó avei que cuando creó Misa Cumbia la gente abundante fue a la parroquia. Su concierto comienza a las 19:00 todos los miércoles.
El pa’i no solamente hace música para los más grandes, sino que también para los mita’i, al que lo llama “Misa Mita’i” y su show lo hace al último domingo del mes. Además el padre se disfraza de payaso, pero cuando arranca la eucaristía, se saca el atuendo al toque luego.
Le critican
Algunos fieles ipochy con el pa’i por hacer cumbia, pero el párroco dice estar ni ahí con eso y que hay más quienes les apoya. “Hay fieles que en realidad critican bastante, pero a la vez hay personas que están más a favor que en contra, justamente. Lo que, al fin de cuentas, lo que yo hago es animación de músicas religiosas, con el ritmo de la cumbia”, explicó el religioso. Hay fieles que conectan con ese género y se conectan alabando a Dios, acotó.
Lo positivo
“Genera atracción, la gente participa más y se compromete con Dios y a la Iglesia. No es puro show lo que se ve, yo predico”, contó el padre Romero.
La cumbia misionera
En la Argentina también se escucha las cumbias misioneras, cuyas canciones llegaron a escucharse en varias partes del vecino país.
El párroco, también es solidario.
El sacerdote había realizado un concierto, el domingo 16 de junio, en el Teatro Municipal, para juntar G. 50 millones y arreglar el techo de la parroquia.