La inspectora ayudante Patricia Ferreira, de la Patrulla Caminera, avisa que serán estrictos en los controles ruteros. Hoy pues vence en la mayoría de los municipios del país la habilitación del vehículo y la “perforación” (ahora sticker) del registro de conducir.
“Estaremos con los controles rutinarios como lo hacemos siempre sobre las rutas nacionales y departamentales”, anunció la funcionaria.
Con la suba del salario mínimo, el jornal mínimo también tuvo una variación y ahora es de G. 98.089, suma que se tendrá en cuenta a la hora de las multas.
Retención de autos
Los vehículos de las personas que no estén al día en el pago de sus documentos, sobre todo el de la habilitación, serán retenidos hasta que abonen la multa. El pago será de 5 jornales mínimos (G. 490.445) por la habilitación vencida y, una vez abonado, se le dará el vehículo con un comprobante para que renueve la habilitación en el plazo de cinco días. En caso de caer de nuevo en una barrera sin la renovación, se repetirá el procedimiento.
“Pedimos a los muchachos que se pongan al día. Por 400 mil ya feroz ‘asadeada’ van a hacer y no vale la pena perder así su plata”, señaló Ferreira.
Licencia
En cuanto al registro, la Caminera solo puede multar en caso de que el carnet venza los 5 años válidos y la multa es de 10 jornales mínimos (G. 980.890). Ferreira aclara que no tiene potestad de multar en caso de la falta de “perforación” del registro de conducir, ya que eso corresponde a la Policía Municipal de Tránsito (PMT).
En los últimos días, varios municipios estuvieron repletos de contribuyentes que regularizaban sus documentos.
PMT no atajará los vehículos
El procedimiento de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) es diferente al de la Caminera. “Nosotros no podemos retener vehículos, no es nuestra potestad, solo controlar documentación”, señala Diego Galeano, coordinador de Tránsito de Asunción.
La multa por habilitación y “perforación” de registro vencidos es de 3 jornales mínimos (G. 294.267) para ambos casos. Los agentes también realizarán sus controles rutinarios por las calles de la capital.