Grandes calcomanías que simulan ser rampas, fueron colocadas en veredas de Asunción, a fin de concientizar a las autoridades acerca de la falta de medios para las personas con capacidades diferentes. ¿Cómo uno se sentiría, cuando trata de ingresar a un local y le cierran la puerta? Pues por esta situación, atraviesan muchas personas con discapacidad, que tratan de movilizarse por calles no están adaptadas para que ellos puedan circular.
Con la frase “Una rampa que no existe”, miembros de la Fundación Sarakí pegaron en las veredas, calcomanías que simulan ser rampas. Noelia Errecarte, gerente de inclusión efectiva de la organización, comentó que el fin de esta iniciativa es graficar que más allá de la ausencia de una rampa, lo que está en juego son los derechos de las personas con discapacidad, como el voto y la educación.
Asimismo, buscan que estas personas tengan mayor participación electoral, pues las propias escuelas en donde se realizan las votaciones no cuentan con este especial acceso, impidiendo que cumplan su derecho.
No solo estas rampas fueron habilitadas, también semáforos y paradas de ómnibus que no existen, formaron parte de la ingeniosa campaña.
Estas calcomanías fueron puestas en el centro de Asunción, Luque, Alto Paraná y Misiones. Las actividades irán hasta el 3 de diciembre, de forma a llegar a más lugares.
También juntan firmas para que estos pedidos lleguen a las autoridades en la página www.obrasquenoexisten.com.