El sueño de un radiotécnico a sus 25 años era comprarse una moto de esas grandotas y tunearla hasta más no poder.
Juntó con mucho sacrificio dinero y como le faltaba aún más plata, vendió su televisión, cocina y otras cosas.
Al fin pudo tener los 8 millones de guaraníes y compró la moto de sus sueños. Con el paso de los días equipó su biciclo y allí empezaron los problemas con la novia.
Iba a a ser mujeriego
Es que a la señorita le nació la idea de que su enamorado iba a salir a purear por la calle y volverse mujeriego.
Le entró en la cabeza que las chicas se iban luego a morir por pasearse por la zona de Yuquyry en Luque, donde vive su novio. ¡Y no lo iba a permitir!
Cegada por los celos intentó quemar la moto nueva, pero le atajaron. Ahí se habían separado.
Pasaron los días y la pareja volvió a tener contacto y el técnico fue a la casa de su media naranja. Ella había sido seguía con la idea de fundir la moto.
En un descuido de su novio cargó azúcar en el tanque y murió (el motor). La celosa pensó que no se iba a pillar.
Sin embargo, un mecánico revisó la moto y le contó al joven lo que había pasado. Como era de esperarse el muchacho muy enojado decidió cortar con su novia tóxica.
Denuncia por violencia familiar
El joven llevó su moto al local de Kuimba’ e Aty y la dejó allí por miedo a que su ex vuelva a hacerle algo.
Para el martes, el abogado y presidente de Kuimba’e Aty, Cristian Paniagua y el joven se irán a la Fiscalía de Luque, para hacer una denuncia por violencia familiar. El dueño de la moto calcula que su ex no podrá pagarle los daños, pero al menos quiere que la Fiscalía la mantenga alejada de él y de su moto.