
Las paradas obligatorias para los transportes públicos entraron en vigencia a partir del lunes, desde la ruta Transchaco hasta la avenida Artigas. Sin embargo, no son respetadas por la mayoría de los choferes de las diferentes líneas. En un recorrido por la Transchaco, EXTRA constató que los micros siguen alzando y bajando a los pasajeros en paradas antiguas o improvisadas.
Falta de seguridad
Cerca de la intersección con Tomás Rufinelli, no hay nuevas paradas. La más cercana se encuentra a seis cuadras del lugar, aproximadamente. De todas maneras, los usuarios apuestan por utilizar una de las antiguas. El cartel que lo habilitaba fue tachado con pintura. “Nosotros no podemos hacer nada. Si hay mucha gente esperando tenemos que alzarles”, admitió un chofer de empresa Campo Limpio.
Leidy Martínez, una estudiante, indicó que utiliza la vieja parada porque cuenta con un refugio contra lluvias. “No podemos exigir a los pasajeros si no se les ofrecen condiciones de seguridad contra la lluvia, mínimamente”, reconoció César Ruiz Díaz, empresario transportista. El Viceministerio de Transporte comunicó que las multas a las empresas por el incumplimiento de la normativa se implementarán recién dentro de un mes.