Un niño de solo tres años falleció ayer ahogado tras caer a un pozo en Coronel Oviedo. Los vecinos le buscaron por todo el barrio con la ayuda de los bomberos hasta que encontraron su zapatito Crocs al borde del pozo de 15 metros de profundidad.
“Buscamos por todos los lugares por donde tenía que estar la criatura pero también sospecharon del pozo porque la tapa estaba hundida en un lado”, relató el voluntario Basilio Santos.
Bajó un bombero y se sumergió en el agua en tres ocasiones pero le faltó el aire. Entonces, pidieron ayuda a un vecino experto en cavar pozos, quien quiso tirarse sin la protección mínima.
“En tira y afloje llegamos a un acuerdo con él porque él quería hacer a su manera, lo cual iba a ser imposible estando nosotros”, relató.
Le preguntaron si no quería que el voluntario salga del pozo primero, a lo que respondió que no, porque le serviría de ayuda para retirar el cuerpecito.
“Le bajamos, se sumergió y pudo ubicarle a la criatura. Le quitamos a él primero y luego a nuestro personal bombero quien subió con la criatura”, indicó.
El borde del pozo era de un metro de altura pero el error que se cometió fue que estaba tapado con apenas una madera de terciada vieja.