El rango de “anciano” de la iglesia Asamblea de Dios, le hacía ser un hombre respetado dentro de la comunidad evangélica. Sin embargo, el hombre de 71 años utilizó su poder para abusar de tres niñas.
Y se sospecha que pueden surgir más víctimas. F.R.A, se valía de la confianza que inspiraba por su edad. Fue apresado sobre la calle Coronel Tito Bogado casi General Díaz, del barrio San Roque, de la ciudad de Caazapá.
La fiscal Lauri Rosana Vázquez señaló que el evangélico abusó de su nieta e hijastra y de otra niña, quien es hija de uno de sus hermanos de su iglesia. Agregó que uno de los abusos se dio dentro de la iglesia evangélica donde el supuesto abusador era miembro respetado y nadie sospechaba de él.
REGALOS
La fiscal comentó que la hijastra (15) del líder religioso reveló que los abusos comenzaron cuando tenía 6 años y su infierno se prolongó por 6 largos años. Pensaba que era “correcto”, era el anciano de la iglesia. Además, le daba regalitos por ser una “niña obediente”.
La fiscal agregó que el papá de la tercera víctima le dijo que comenzó a notar algo raro en el carácter de su hija hace unos 15 días, le preguntó qué le pasaba, ahí, se quebró, lloró, y le contó lo que le hacía el anciano de la iglesia. El líder religioso encima le dijo que si decía algo nadie le iba a creer e iba a ser rechazada por todos.
Unas semanas antes el hombre fue expulsado de su iglesia, algunos piensan porque se supo que abusó de su hijastra y nieta y se tapó, pero cuando hubo otra víctima, fuera del entorno familiar, salió a luz el caso.
Otras 2 nenas
El supuesto violador serial tras ser chutado de la Iglesia Asamblea de Dios, se fue a formar parte de otra iglesia evangélica de la zona de Caazapá, según dijo la fiscal Lauri Vázquez. De esa Iglesia serían las dos víctimas que son también menores de edad y que hoy estarían haciendo su denuncia en contra el anciano. De confirmarse, serían 5 niñas en total las agredidas sexualmente.
El evangélico tiene prisión domiciliaria por su edad y está imputado por tres hechos de abuso sexual en niños. El pueblo no quiere saber nada de él.