Un pequeño ilusionado por aprender y compartir con sus compañeritos del jardín se quedó llorando debido a que no pudo ir a la escuela porque el colectivo no apareció por más de dos horas, en Encarnación.
Nahir Vega le dio de almorzar a su hijo alrededor de las 10:50 para salir temprano rumbo a la escuela, que queda a una distancia de alrededor de 5 kilómetros desde su casa ubicada en Etapa 8 del barrio San Isidro hasta el centro de la ciudad. Llegaron a la parada a las 11:20 y se dispusieron a esperar.
Pasaron los minutos y ningún micro se asomó. El pequeño comenzó a llorar y a suplicarle a su mami “quiero ir a la escuela”; era el primer día que iba a poder compartir con todos sus compañeritos porque antes daban clases solo por burbujas.
A las 13:40, Nahir se resignó y tuvo que explicarle a su retoño que no había forma de ir a la escuela porque no había micro.
En entrevista con el portal de Más Encarnación, la doña lamentó la falta de compromiso de las empresas de transporte y señaló que varios estudiantes se quedaron plantados y otros llegaron tarde a las instituciones educativas.