Adrián Silva (37), empresario, rompió el silencio tras la denuncia de su esposa, Andrea (39), abogada, quien lo acusó de golpearla después de que ella le pidiera el divorcio por WhatsApp. “Necesitamos hablar del divorcio, me quiero divorciar”, supuestamente decía el mensaje que habría desatado la furia del hombre
Silva aseguró que nunca existió dicho mensaje y que ese martes llegó a su casa, en el Barrio Obrero de Ciudad del Este, y se encerró en su pieza, ya que duermen separados desde hace tiempo.
Según su relato, Andrea, molesta porque él no le “hizo caso”, empezó a gritar para que los vecinos escucharan. Al no recibir ayuda, llamó a la policía.
En medio de la pelea, la madre de Adrián llegó e intentó llevar a sus nietos, de 6 y 10 años, al baño para protegerlos. Sin embargo, Andrea la agredió, acusándola de querer “quitarle a sus hijos”.
Cuando llegó la policía, Andrea afirmó que Adrián la había amenazado a ella y a sus hijos con una pistola, por lo que lo detuvieron.
“Ella fue la que nos apuntó a mí y a mis hijos con el arma, por eso yo mismo entregué la pistola a los policías”, relató Silva.
Le garroteaba
Adrián señaló que en varias ocasiones él le pidió el divorcio, ya que la considera violenta y manipuladora.
“Ella tiene trastornos de conducta diagnosticados. A veces está de una forma y de repente cambia totalmente”, explicó.
Agregó que en más de una ocasión Andrea le llegó a pegar, dejándole moretones, pero que por amor nunca la denunció.
A consecuencia de la denuncia, Adrián fue imputado por violencia doméstica y tiene prisión domiciliaria. Dijo que él quiere el divorcio.
“Yo tengo miedo por mi seguridad y también por la de mis hijos, porque ella no está en condiciones de criarlos”, expresó preocupado.