La moto que iba delante en zigzag obligó a Diego M. a hacer un juego de luces antes de adelantarse con su camioneta. Al pasar miró al costado y vio que el motociclista sacaba algo de su cintura. “No pensé que era un arma. Después de la explosión mi hijo empezó a llorar”, relató. Le siguió y le alcanzó a una cuadra. “Ahí recién le reconocí”, dijo.
Era Juan Eusebio Ayala (39), un exconvicto que estuvo hasta el 2020 en prisión por apuñalar a alguien. “Nde piko ra’e. Perdón, doctor”, le dijo al papá del niño, que es abogado.
Fue en el barrio Carmencita de Eusebio Ayala, Cordillera, cuando Diego iba al hospital con sus hijos de 3 y 8 años, para que el menor consulte porque estaba engripado.
Al ver que el nene lloraba, Juan pidió perdón y rogó al papá que no denuncie. “Faltaba menos de 10 centímetros para que le dé en la cabeza, no podía no hacer nada”, expresó. La bala le dio al nene en el brazo al rebotar por la chapería.
El motoca rajó. “Me fui a llevarle a mi hijo al sanatorio y al salir recién me di cuenta de que era un arma de fuego”, refirió Diego. Denunció en la comisaría 7ma. Policías detuvieron a Juan en su casa y le hicieron pruebas de parafina y alcotest, el último arrojó positivo 0,949 mg/l.
Además, en 2011, Juan mató y descuartizó a un hombre en España y le metió en una valijera. Por esa causa pidieron su extradición. La fiscala Lucía Gonzáez lo imputó por violación a la ley de armas y pidió que vaya preso.
González indicó que Juan Eusebio se expone a una pena de 5 años de prisión o multa por el delito cometido. El papá del niño adelantó que lo querellaría.
Juan Eusebio Ayala Quintana tiene antecedentes por lesión grave y homicidio.