El objeto acaparó la atención de los pobladores de numerosas ciudades brasileñas de Rio Grande do Sul, así como de Paraguay y Argentina, y circularon varios videos captados en la noche del jueves 6 de junio último. Por si fuera poco, al día siguiente se volvió a observar otro fenómeno parecido en la misma zona geográfica.
“Tenemos que agradecer que la atmósfera frena esos objetos. Además de eso, gran parte de esa roca debió haberse fragmentado, convertido en vapor”, dijo Marcelo Zurita, director técnico de la Red Brasileña de Monitoreamiento de Meteoros (Bramon por sus siglas en inglés).
El peso del objeto fue entre 3,2 a 5,7 toneladas, agregó el experto entrevistado por Radio Gazeta, resaltando que la roca debió llegar a la tierra con una velocidad de 600 kilómetros por hora, lo que podría causar estragos si es que se mantuviera entera. El meteorito tiene gran valor para la ciencia como también alto valor comercial, agrega el diario O Globo.
La fragmentación ocurrió a alrededor de 400 kilómetros de altura. “Durante el pasaje atmosférico, el objeto es sometido a un calor muy intenso y esa energía y calor generados lo van consumiendo. Lo que sobre de eso, que llega al suelo, la gente llama meteorito. En este caso, se cree que entre 10 y 15% de la masa total debió haber sobrevivido” al pasar por la atmósfera, según Zurita.
El experto dijo que el fenómeno fue observado en todo el rio Grande do Sul. Asimismo, recibieron videos desde Paraguay. Aparte de los meteoros vistos el 6 y el 7 del corriente en la zona de los gauchos, el susto se repitió el pasado miércoles 12, según la prensa del vecino país.