En el Día del Médico, el médico del INERAM, Carlos Morínigo, realizó una cruda reflexión para recordar la otra cara del sistema: la que sangra, la que corre, la que reza para que un paciente no muera por la falta de un simple instrumento.
Su relato es crudo, indignante: desnuda un Estado que abandona en quirófanos donde la vida pende de una herramienta que nunca llega.
Morínigo recordó que el 27 de marzo de este año, llegó a quirófano una paciente joven, de 26 años, para quitarse su cánula de Montgomery después de un año. Estaba con su madre y su marido. Los tres rebosaban esperanza.
Era “solo” retirar la cánula (un instrumento para mantener una vía aérea abierta, especialmente en casos de traqueostomía), pero casi terminó en tragedia.
“Un procedimiento de rutina. Ingresamos a quirófano. Ambiente distendido. Todo transcurría normalmente hasta que, en el último corte, sucede lo impensado: una salida impresionante de sangre a presión… El cirujano presiona, pide insumos, el sangrado no cede. Me mira y me dice: ‘Este es un gran bazo’”, escribió Morínigo en su cuenta de Facebook.
En ese momento el terror se apoderó de los que estaban en el quirófano. El cirujano indicó que debían abrir el esternón (el pecho).
“En ese instante me temblaron las piernas. Yo solo pensaba en esa familia que esperaba afuera. La joven había ingresado caminando, feliz, esperanzada… y ahora estaba a punto de morir ¿Quién le dice eso a una madre? ¿A un marido?”, continuó diciendo.
Y entonces se dieron cuenta que no había un instrumento quirúrgico necesario para el procedimiento, llamado esternotomo.
“El residente sale corriendo del quirófano, toma su llave y va a la casa del cirujano a buscar el suyo. Yo solo rogaba a Dios que no se accidentara en el camino. Tres horas de cirugía. Tórax totalmente abierto. Diez unidades de sangre transfundidas. La paciente pierde casi cinco litros de sangre. Pasa a terapia, intubada, con pronóstico incierto. Vuelve a sangrar. Reingresa a quirófano. Sale en estado gravísimo”, lamentó el médico.
Indignante
El exministro de Salud comentó que quince días después, la paciente salió de terapia, viva. Explicó que se había solicitado los instrumentales desde 2023, pero sin respuesta, por lo que se vieron obligados a suspender cirugías de alta complejidad.
¿Y la respuesta del sistema? “En julio de 2025 nos enviaron una sierra de ferretería para usar como esternotomo. Sí. Leyeron bien. Una sierra de ferretería. No es un instrumento médico. No está certificado. Y si falla… ¿quién responde? Vinieron autoridades. Hicieron promesas. Nos mintieron en la cara. Y aún peor: Esta necesidad no figura en el presupuesto 2024 ni 2025 ni 2026. Nuestro presupuesto fue recortado y nadie explicó nada”, expresó indignado.
Agregó que como médicos es recuperar la salud de sus semejantes, pero con herramientas dignas. “No se puede sostener una vocación hecha de años de sacrificio dentro de un sistema deficitario que nos dice: ‘Hagan lo que puedan con lo que tienen. ¡Carajo! ¿Hasta cuándo?”, reflexionó.
Pidió que no hagan homenajes vacíos. “Pedimos: Seguridad para nuestros pacientes. Dignidad para nuestro trabajo. Recursos para cumplir nuestra misión. Y respeto por la vida que sostenemos con las manos”, finalizó.