Néstor Ortiz Álvarez sintió que su auto no andaba bien y decidió mandarlo a reparar.
Llevó su coche al taller de Derlis Gabriel Ramírez Acosta. El local estaba ubicado el km 7 del barrio Ciudad Nueva, de CDE.
El mecánico le hizo un diagnóstico previo, el tema era un poco grave a su entender.
Le explicó que el vehículo necesitaba una reparación de la cremallera, luego la tapa del motor, rectificación y parte eléctrica.
El mecánico le pidió una entrega de 5 millones de guaraníes para comenzar a trabajar y comprar los repuestos. Néstor no dudó, hizo un gran esfuerzo, juntó el dinero y le entregó a su mecánico. El trabajo de reparación tenía un plazo de casi 8 días.
Néstor cada vez que llamaba al mecánico le salía con un cuento o no estaba. Hasta que un día desapareció.
El prójimo se quedó sin su auto y sin su plata. Esto ocurrió el 14 de abril de 2018. El cliente vacunado no se quedó con los brazos cruzados ya que tuvo un gran perjuicio. Denunció a su mecánico y logró que la fiscalía lo impute por apropiación.
La fiscal Claudelina Corvalán presentó diversas pruebas de la existencia del delito y la responsabilidad penal del procesado.
Seis años después, Derlis (el mecánico) fue condenado a 2 años con suspensión de la condena (no irá a la cárcel). Y la víctima puede reclamar en lo Civil, una indemnización. Esta sanción es casi inédita y marca un antecedente para los mecánicos fallutos.