Llevar el coche al mecánico es rezar a todos los santos de las misiones imposibles, para que no te estafen “tanto” y, si lo hacen, al menos que tu vehículo quede bien.
Pero el caso de un señora es un claro ejemplo de cómo te pueden estafar y bicicletear, diciendo que necesitan más y más dinero para reparar.
David Cayetano Mendieta, mecánico de Caacupé, fue hallado culpable de los delitos de apropiación y estafa contra un cliente de confianza. Era prácticamente el mecánico de la familia.
Pasaron dos años
Esta historia comienza el 1 de septiembre de 2021, cuando la víctima entregó su vehículo, marca Kia Sorento, año 2004, a Mendieta para reparar problemas en el arranque del rodado.
La reparación debía ser rápida, pero con el paso del tiempo, y pese a los reiterados pedidos de devolución, el mecánico no solo se negó a devolver el vehículo, sino que además solicitó en varias ocasiones sumas de dinero para supuestamente comprar repuestos y continuar con la reparación.
Es más, luego se hacía el enojado porque decía que le faltaba esto y aquello. Siempre faltaba algún repuesto.
Entregó platal
La víctima entregó aproximadamente G. 8.000.000 y dos baterías de 90 amperios para realizar las supuestas mejoras al vehículo. Tras casi dos años, la camioneta no fue devuelta a su propietaria, confirmando la conducta ilícita del condenado.
La doña no se quedó con los brazos cruzados y fue hasta la última instancia. Ya perdió su plata y su camioneta, pero no iba a dejar así nomás al tipo.
La fiscal Noelia Montanía de Narvaja, de la Fiscalía de Caacupé, atendió el caso y reunió las pruebas suficientes para llevar a juicio al mecánico deshonesto por los delitos de apropiación y estafa.
El mecánico fue condenado a 2 años de cárcel, con suspensión a prueba (no irá a la cárcel), pero no debe chupar ni volver a estafar a nadie, entre otras reglas de conducta. Además, fue condenado a pagar la suma de G. 20.000.000 en concepto de composición “para la restauración de la paz social”, es decir, deberá donar a alguna institución de beneficencia. Y la camioneta, bueno, la señora logró recuperarla en el “estado en que se encontraba”.
La misma fiscal había imputado el año pasado a un mecánico por vender la camioneta de su cliente mujer.