Las horas pasaban y Seighard Epp Penner no aparecía en su lugar de trabajo.
En el surtidor, Denis Reimer lo esperaba para que tome su guardia, pero el hombre de 69 años nunca llegó.
La situación resultó extraña para sus compañeros, porque nunca faltaba ni llegaba tarde sin avisar. Por lo que el jueves a las 19:30 informaron a la comisaría primera de Filadelfia.
“Se fueron hasta la casa del señor, que queda más o menos a 6 kilómetros del casco urbano, al llegar constataron que el picaporte se había forzado”, relató el comisario Víctor Barúa.
En la aldea Friedensruh, un solitario asesino acabó con la vida de Seighard.
Así llegaron a él
Los policías supieron que lo único que faltaba en la casa era una camioneta de la marca Mitsubishi Tritón y le siguieron el rastro.
Horas más tarde la ubicaron en el barrio Amistad, donde los lugareños afirmaron que un tal Dani Dyck Faria (19) estuvo paseándose ese mismo día por la ciudad con su novia, Carmen Zaván (35) y un amigo de nombre Carlos Klassen (27).
Rápidamente fueron en busca de ellos y al ser detenidos, Dani confesó el crimen. “Comentó que tenía un problema con el señor. Que hace rato le debía, pero no era dinero. Hasta ahora no comentó qué problema tenía con él”, refirió Barúa.
El autor dijo que él sólo mató a la víctima, el miércoles de noche con un hacha.
Cuando iba saliendo de la casa vio la llave de la camioneta, que tenía mucho combustible, y la llevó. “Luego le invitó a su amigo y a su novia a pasearse por la ciudad”, apuntó el comisario.
Brutal fue su muerte
Seighard fue hallado en medio de un charco de sangre. La víctima fue asesinada a hachazos. Sufrió traumatismo de cráneo severo, según el informe de la forense Aurora Espínola.