Una pobladora de Coronel Bogado, Itapúa, fue hallada muerta en su cama, con signos de agresión y asfixia.
La víctima se llamaba Marina Ferreira, tenía 82 años y vivía sola en el barrio San Blas. Tenía atadas las manos y los pies, y la boca cubierta con una cinta ancha.
La abogada Mirian Vázquez fue quien llamó a la policía porque su clienta y amiga no le respondía las llamadas ni recibía los mensajes desde ayer.
“Ayer a la mañana le llamé a la señora, como hubo una tormenta, para ver cómo estaba, no me contestó. Entonces le envié un mensaje y no recibió. (…) Hoy otra vez volví a llamarla, muy preocupada, entonces vine, me bajé, miré desde la calle cómo estaba la casa y vi que el pasillo estaba con las hojas llenas y dije: ‘acá pasó algo’, y el perro tipo que me avisaba algo”, manifestó a radio Santa Clara FM.
También indicó que en la vivienda había cámaras de seguridad y que las mismas fueron retiradas.
El fiscal Rodolfo Colmán dijo a Radio Santa Clara que todavía es muy pronto para elaborar una hipótesis. Pero como un dato que le llamó la atención, señaló que cerca de la casa había restos de un animal faenado que pertenecía a Ferreira.