Lo llamaremos “Joel”. Es un chico que tiene tan solo 13 años, pero la vida le obligó a que rápidamente cargue sobre sus espaldas el cuidado y la manutención de todo un hogar. Tiene 3 hermanitos de 10, 7 y 5 años. Su mamá dijo que iría a trabajar a Ciudad del Este, pero no volvió y los dejó abandonados a su suerte.
“Joel” debe levantarse muy temprano para ir a trabajar a una panadería de la zona para asegurarse de que los demás tengan qué comer. La pequeña de diez años hace el papel de mamá. Ella se encarga de cocinar, lavar, planchar y enviar a sus otros hermanos a la escuela. Los chicos viven en una precaria vivienda ubicada en el asentamiento Arroyo Moroti, de la localidad Punta Suerte, distrito de Santaní. Están solos. Desamparados. No tienen siquiera parientes en la zona.
Éver Villar, funcionario de la Codeni local, explicó que recibieron la denuncia de abandono de las criaturas gracias a los guías de familia del programa Tekoporä que trabajaban en el lugar. “En mayo constatamos la situación de estos niños y elevamos el informe a la Defensoría Pública y a la Fiscalía”, explicó el funcionario municipal.
Sin embargo, hasta el momento no hubo respuestas de las autoridades. Según Villar, la madre de los niños fue ubicada en Ciudad del Este e inclusive volvió a la casa, pero se quedó solo unos pocos días y luego dejó nuevamente a sus hijos. El caso está a cargo de la Defensora Pública Stella Rubiani.