Para algunos es una persona excepcional, para otros es un gran sinvergüenza. Lo cierto es que la figura del exsenador Óscar González Daher es capaz de despertar opiniones tan diferentes, que convierte a Luque en una ciudad partida en dos.
“Pudo tener sus errores, pero es una buenísima persona. Todos los de esta cuadra siempre lo vamos a apoyar. Él siempre abre las puertas a los que necesitan”, dijo Olga Colmán, una de las vecinas del político colorado.
“Es una vergüenza para la ciudad, ojalá que le castiguen con todo el peso de la ley y que sus hurreros terminen igual que él”, señaló en tanto Jonathan Rodríguez, un estudiante de la zona.
Muchos de los que dieron su parecer señalaron a ODG como el dueño de la ciudad azul y oro.
“Él es el presidente de Luque, acá él maneja todo”, mencionó Sergio Ortigoza, mientras pintaba las paredes de una casa que está cerca de la mansión del exlegislador hoy imputado por el escándalo de los audios.
Sin guardia
Tras el escándalo que le valió la pérdida de la investidura como senador y un pedido de prisión domiciliaria después, policías que custodiaban la casa de González Daher desaparecieron. El 9 de enero a las 08:30, el imputado por asociación criminal, soborno y tráfico de influencias deberá presentarse en Tribunales para la imposición de medidas. En la misma fecha también fueron citados el exsenador Jorge Oviedo Matto, los abogados Carmelo Caballero y Rubén Darío Silva, quienes igualmente afrontan el proceso penal.
